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Psicología y Coherencia

QUÉ ES LA EPIGENÉTICA Y CÓMO USARLA EN LA VIDA

En los siglos XIX y XX los descubrimientos de la ciencia divulgaron una educación en la humanidad basada en unos principios que para los conocimientos y la forma de vivir en ese instante eran perfectos, sin embargo el mundo está cambiando y aquello que tanto se esforzaron por inculcar se queda hoy en día lejos de lo que nuestro planeta necesita.
 
Las ideas estaban basadas en la supervivencia del más fuerte, la lucha y la competición. Por ejemplo, el sistema económico que ahora se desmorona está basado en la supervivencia del más fuerte, por eso se está rompiendo. Nos encontramos en una curva de aprendizaje y de cambio inevitable para la evolución. Nuestra forma de pensar, de solucionar los problemas, de experimentar las emociones, todo está cambiando.
 
Muchas personas están aferradas a que vuelva un viejo paradigma donde sus mentes estaban cómodas, pero es una ilusión. Hoy en día se ha descubierto civilizaciones de más de 5mil años que ya usaban tecnología que hoy en día para nosotros en «novedad». Entonces, no se sabe muy bien si avanzamos hacia el pasado o hacia el futuro, pero claramente nuestra forma de pensar está cambiando y esto afecto al mundo.
 
A priori esto parece positivo, un cambio evolutivo basado en el amor, la cooperación, la compasión y la aceptación, sin embargo esa reticencia al cambio ralentiza el proceso, sencillamente por miedo. Estadísticamente más del 50% de la población mundial tiene una forma de pensar diferente, que al ser más conscientes de sus pensamientos y emociones, dejan de actuar de forma inconsciente. El 95% del tiempo somos unos robots llenos de programas y el 5% somos plenamente conscientes.
 
Bruce H. Lipton nos dice que desde los 3 a los 7 años, nuestro cerebro está gran parte del tiempo generando ondas theta, absorbiendo como una esponja todos los programas de la cultura, la ciencia, la religión, patrones, creencias… para así luego poder funcionar en el mundo, pero todo esto está en nuestro inconsciente, en el 95%. Todos hemos sentido ese 5% alguna vez, dice Bruce, por ejemplo, cuando estamos enamorados. Cuando una persona se enamora se vuelve creativo y vive el instante presente, es el estado «luna de miel». Su cerebro genera unos químicos que le mantienen enérgico, feliz y consciente. Por lo pronto tarde o temprano este estado de luna de miel se acaba disipando y nos preguntamos cuando vemos a nuestra pareja: ¿Tú quién eres? ¿Qué te ha pasado?. La verdad es que no ha pasado nada, te desconectaste de la parte consciente y volviste a los programas inconscientes que no te permiten ver sin boicotearte.
 
Tampoco he dicho nada nuevo, ya sabemos que hay un cambio, pero quizás no somos conscientes de que es completamente natural, tanto a nivel biológico, como a nivel espiritual:
 

«Imagínate una oruga, tiene 7 billones de células y funcionan en conjunto cumpliendo diferentes tareas, musculares, circulatorias, digestivas… Tienen diferentes cometidos y trabajan en comunidad. Mientras la oruga crece, el ambiente y la economía van floreciendo: todo va bien, todos trabajan, todos colaboran, hasta que aparece el estancamiento, donde la oruga ya no puede crecer más. Entonces la oruga ya no se mueve, ya no come… y muchas de esas células se suicidan (en biología: apoptosis) y la estructura se desintegra por completo. Pero lo más interesante es que en medio de esta desintegración empiezan a nacer células madre especializadas, llamadas células imaginales Las células imaginales tienen otra visión del mundo, piensan de forma diferente, aunque son genéticamente idénticas al resto, pero con una visión diferente del mundo. Lo que hacen es meterse entre las células que se están desintegrando y las ayudan a organizarse en una nueva estructura, una forma superior: La Mariposa» – Bruce H. Lipton
 
Esta maravilla de simbología que Bruce Lipton nos presenta, nos habla de dos partes. Una es la que estamos comentando, el mundo está cambiando, el mundo tiene que cambiar y es completamente natural. Habrá desastres climatológicos y la sociedad se romperá por algunos sitios, pero es completamente natural. Es la adaptación biológica, la evolución humana.
 
Por otro lado nos invita a poder colaborar con este cambio. Nosotros formamos parte de él, podemos hacer que vaya más rápido o más despacio, pero es inevitable. Para ello Bruce comentaba cómo las células trabajaban en comunidad, esto es así porque un día la biología no evolucionó más una célula, pero en su lugar aprendió a formar comunidades.
 
Un experimento de Bruce Lipton enseña cómo funcionan:
 
Colocó una célula madre en el microscopio y al cabo de unas horas, habían pasado de una a cientos, cuanto más tiempo pasaba más se clonaban. Entonces, desde ese mismo brote, cambió a las células de entorno y estas comenzaron a generar músculo. Desde el mismo brote principal cogió otras tantas células y las colocó en otro entorno, entonces estas comenzaron a generar hueso. Volvió a las células principales, cogió unas tantas y las colocó en otro entorno diferente y estas comenzaron a generar lípidos. ¿Qué hacía que una célula madre genéticamente idéntica a otra fuese músculo, hueso o grasa?
 
Bruce Lipton se dio cuenta de que la respuesta estaba en la membrana de la célula y en el entorno. Esta membrana era sensible al entorno y transformaba su biología adaptándose a las condiciones. Esto lo explica la epigenetica conductual, pero juntando ambas podemos hacer una reflexión:
 
En nuestro cuerpo tenemos bacterias y microbios que trabajan en comunidad con una función determinada Billones de células que se transforman por el entorno. Esto quiere decir que lo que pensamos, lo que sentimos, lo que comemos, el lugar donde vivimos, la sociedad, la cultura, la economía, etc. Todo transforma nuestro ADN. Podemos pensar, como nos han enseñado, que somos víctimas de los sucesos, pero la realidad es que podemos elegir cómo vivimos lo que estamos experimentando, o lo que es lo mismo, ser conscientes. Un pensamiento puede transformar toda nuestra biología, tienes toda una sociedad de seres con conciencia trabajando perfectamente organizados dentro de ti, ¿no crees que se merecen tanto tú como ellos, unos pensamientos y una forma de vivir acorde a tu corazón?
 
De la misma manera, si enfermas, observa qué parte de tú comunidad ha dejado de funcionar y qué entorno le ha afectado (pensamiento, emoción, conflicto…)
 
Hemos mirado dentro, pero si miramos fuera, por ejemplo, a la tierra, ¿Quiénes son sus “microbios y bacterias”? ¿Quién es su sociedad trabajando en comunidad para el correcto funcionamiento? Exacto… somos nosotros, pero nosotros no estamos colaborando en comunidad, estamos compitiendo, por eso la tierra, el planeta o quizás incluso el universo, está haciendo los cambios necesario para que juntos volvamos a ser una comunidad. Sencillamente tenemos que actuar desde nuestro corazón y comprender que hay algo más allá de lo que pensamos que es la realidad, recordar que hay más inconsciente que consciente y conforme nos abrimos a la consciencia, todo irá volviendo a su curso natural.
 
 

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