Antes de comenzar quiero decir que, aunque se hable desde el contexto: «Relaciones de Pareja», lo que vas a leer se puede usar en cualquier tipo de relación (con el trabajo, contigo mismo, con tu cuerpo, con el miedo…) y que no solo se refiere a hombre y mujer, sino a las relaciones en general.
Hace miles de años ya teníamos mensajes que nos hablaban de las parejas como un espejo de nuestro mundo interior: «Cuida el exterior tanto como el interior, porque ambos son uno» – Buda. En nuestro tiempo la física cuántica también nos ha demostrado cómo la conciencia que observa proyecta e interactúa con lo observado, siendo el observador un conjunto de creencias, valores, patrones y mapas mentales que proyectamos como un fractal de nuestro mundo interior, siendo el «exterior» la pantalla donde nos reflejamos.
Esto quiere decir que todo aquello que te encanta y todo aquello que rechazas en el otro, es más tuyo que suyo y habla directamente de cómo te relacionas contigo mismo. Si rechazas algo de fuera, también hay algo dentro de ti mismo que rechazas. Sin embargo, esto tampoco significa que tengas que doblegarte ante la situación. Si rechazas algo le das fuerza, si lo aceptas lo puedes transformar, pero el hecho de seguir viviendo esa situación o no es una decisión. Rechazar o aceptar es la diferencia entre huir y avanzar.
Llegados a este punto surgen preguntas y dudas sobre cómo actuar ante diferentes situaciones o conflictos. Ese «más de lo mismo» que suena en la mente. Ahora voy a compartirte varios conceptos, ejercicios prácticos y cambios que puedes hacer para tomar conciencia de lo que ocurre en tú relación, porqué te ocurre y cómo tomar una decisión para cambiar ya tú vida. Esto lo puedes aplicar en cualquier conflicto que estés viviendo:
Las 6 Necesidades
Los valores de las personas pueden ser muy diferentes dependiendo de las creencias, deseos y sueños. Sin embargo, las necesidades humanas fundamentales son las mismas para todo el mundo, con independencia de culturas, credos, edades, sexo, etc.
Tony Robbins, el reconocido como coach número 1 del mundo, plantea una evolución de la teoría de las necesidades de Maslow iniciada en los años 50. Una evolución simple, pero al mismo tiempo muy efectiva simplificada en 6 necesidades.
Las necesidades humanas se pueden dividir en dos categorías:
– Necesidades fundamentales: Seguridad, Variedad, Importancia, Amor/Unión
– Necesidades superiores o espirituales: Crecimiento, Contribución
Cada uno de nosotros tiene una manera personal de satisfacer sus necesidades. Estas diferentes formas pueden ser constructivas, destructivas o neutras. El secreto de una vida plena es satisfacer nuestras necesidades a través de medios productivos en lugar de destructivos. Y, recordando, que tenemos siempre el poder de elegir el medio que queremos usar.
Según Robbins las 4 necesidades fundamentales son aquellas que deben ser satisfechas a toda costa, por lo que haremos todo lo posible para que esto ocurra:
Seguridad:
La necesidad de seguridad está ligada al instinto de supervivencia y no se refiere sólo a seguridad física, sino también psicológica. Necesitamos sentir que estamos en una especie de zona de confort donde podamos sentir placer y solventar cualquier dolor. Donde podemos controlar lo que ocurre y no caer en el estrés.
Los medios (destructivos, constructivos o neutros) en los que cubrimos esta necesidad van desde el control de nuestra coherencia, la rutina, la fe, la comida, las costumbres… Aquella acción o situación que nos haga sentir seguridad.
Variedad:
Tenemos necesidad de seguridad, pero si pudiéramos saber por adelantado todo lo que nos va a ocurrir en cada momento del día y todos los días, nuestra vida sería terriblemente aburrida. Por eso, junto a la necesidad de seguridad tenemos la necesidad de variedad. La variedad es la sal de la vida, todos queremos algo de sorpresa, de excitación, de incertidumbre, de reto, de novedad en nuestra vida. Cuando algo es demasiado previsible, deja de resultarnos atractivo.
Algunos de los medios (destructivos, constructivos o neutros) para satisfacer esta necesidad son: nuevas relaciones, nuevas amistades, el alcohol y las drogas, la comida, nuevos trabajos, aceptar nuevos retos, el aprendizaje, etc.
Importancia:
Cada ser humano necesita sentirse importante, que su vida tenga sentido, ser único y especial en algo o para alguien, sentirse necesario, tener una meta.
Estos son algunos de los medios (destructivos, constructivos o neutros) posibles para sentirnos importantes: posesiones materiales, títulos académicos, violencia, ir a la moda, tener hijos, la enfermedad, el éxito, desarrollar nuevas capacidades y conocimientos, ser voluntario, etc.
Amor/Unión:
Una de las necesidades que cualquier ser humano tiene que satisfacer es la del amor. La unión a algo o a alguien, el sentimiento de pertenencia, de compartir afinidades, de intimidad, en definitiva, de sentirse parte de algo. La necesidad de amor es natural, instintiva y, además, fisiológica.
Algunos medios (destructivos, constructivos o neutros) posibles para satisfacer la necesidad de amor son: relaciones (pareja, familia, amigos), necesidad de aprobación, cometer actos delictivos, atraer hacia uno problemas diversos (enfermedades, problemas emocionales, etc.), tener animales domésticos, espíritu de sacrifico, sexo, espiritualidad, etc.
Necesidades superiores o espirituales:
Crecimiento:
La necesidad de crecimiento también está en la naturaleza del ser humano y necesitamos satisfacerla para sentirnos plenamente realizados.
En nuestro planeta todo lo que no crece, que no se desarrolla, automáticamente es eliminado. De la misma manera tenemos la necesidad de crecer y evolucionar para sentirnos verdaderamente en movimiento, para sentirnos vivos. Un ejemplo es la satisfacción interior que sentimos cada vez que aprendemos algo nuevo, aunque sea pequeño o poco importante.
Contribución:
Si queremos sentir que nuestra vida es realmente plena necesitamos contribuir, dar a los demás. Ayudar, servir, sentir como nuestra colaboración ayuda o mejora a alguien.
La contribución nos permite satisfacer todas las demás necesidades: nos da seguridad porque nos confirma que podemos dar algo a los demás; lo que hace que nos sintamos importantes para alguien; dar es amar e incluye una relación con el prójimo, lo que siempre lleva una dosis de variedad asegurada. Y sin duda alguna, ayudar a los demás a crecer es la mejor manera para crecer personalmente.
Párate unos minutos a ver estas necesidades, cómo las estás cubriendo y qué necesidades ves que están o no, en tu relación de pareja. Una vez lo tengas vamos a hacer un ejercicio de plena y total honestidad contigo mismo para ver desde dónde vamos a empezar a movernos y que te des cuenta si lo que estás viviendo es realmente lo que quieres y lo que te hace feliz.
Las 6 situaciones en una relación
“Si no es un amor loco y apasionado es una pérdida de tiempo. Hay ya demasiadas mediocridades en la vida. El amor no debería ser una de ellas.”
Todos buscamos a alguien que nos ame y a quien amar, sin embargo, el secreto para crear una relación plena y excepcional es trabajar antes en ti mismo:
– ¡Quema tus miedos y libérate!
– Cambia con honestidad y acércate a la persona que realmente eres en tu interior
– Decide centrarte en lo que, ahora mismo, sí puedes darle a tu pareja
Para ello vas a tomar conciencia de la situación que tienes con tu pareja. Tony Robbins expone 6 posibles situaciones. Sitúate honestamente en cuál estás y responde las preguntas:
– Situación 1: Estás en una relación magnífica cargada de amor y pasión.
– Situación 2: Estás en una relación con amor, pero con poco o nada de pasión.
– Situación 3: Estás en una relación sin mucho amor y sin mucha pasión.
– Situación 4: Estás tramando tu fuga de la relación.
– Situación 5: No estás en una relación, pero quieres tener una.
– Situación 6: No estás ni quieres estar en una relación.
Ahora responde a las siguientes preguntas:
¿Dónde te ubicas tú realmente?
¿Por qué estás en esta situación?
¿En qué situación te gustaría y te comprometes a estar?
¿Qué te hará falta para alcanzarla?
¿En qué persona te tienes que convertir? ¿Qué valores, hábitos y creencias tienes que dejar atrás y cuáles tienes que incorporar?
«No existen personas incapaces, sino estados emocionales incapacitadores»
Ahora voy a pedirte que guardes las respuestas ya que las necesitarás luego.
Siguiendo con la aventura, voy a hablar sobre causas del estrés en las parejas. Según Robbins, hay que observar 5 niveles que si no los tenemos en cuenta puede crear mucho dolor y sufrimiento, incluso la destrucción de la relación.
1. PÉRDIDA DE ATRACCIÓN
Cuando hablamos de la atracción decimos que eso no es lo más importante en una relación, pero la diferencia entre una amistad y una pareja está en la conexión íntima que se tiene. Si esa energía comienza a desinteresarnos y comienza a faltar el deseo, puede afectar negativamente en la relación.
Muchas veces somos muy duros con nosotros mismo y sentimos culpabilidad pensando que quizás es por cómo visto, o por mi aspecto físico. Este pensamiento suele verse más en las mujeres. Pero realmente basta una fracción de segundo para que se pierda la atracción. Puede que por la tensión del día o por una mala noticia el hombre adopte una postura más femenina, eso lo nota en este caso su mujer y las energías chocan entre sí. Lo mismo ocurre cuando la mujer por las circunstancias que sean tiene que ser más masculina. Cada uno tiene un rol interno, sin importar los gustos, cuando nos salimos de ese rol podemos sentir una pérdida de atracción hacia la pareja.
Por otro lado, del mismo modo que en un instante se puede perder la atracción también se puede reavivar de forma instantánea. Si, por ejemplo, la mujer muestra una actitud de control (masculina) y de repente se da cuenta y se deja llevar más radiando su energía interior, habrá un cambio drástico en los acontecimientos. Algunas actitudes que no siguen nuestro rol biológico natural, están programadas por situaciones que hemos vivido en la infancia o que han vivido nuestros antepasados, por ejemplo, un niño sobreprotegido por mamá puede ser un hombre femenino.
La pérdida de atracción puede variar mucho, lo grave es si detectas una constante pérdida de atracción y no cambias la actitud. Aquí entramos en el segundo factor de estrés en las relaciones:
2. RESISTENCIA INICIAL
La pérdida de atracción nos genera nerviosismo e irritabilidad y de repente empezamos a observar cosas que no nos gustan en la pareja, pero pensamos que no tienen importancia y las intentas evitar. El caso es que, sino las aceptas en este primer nivel de resistencia y lo compartes con tu pareja, se crea una mezcla explosiva entre lo dicho y lo no dicho.
Si no te atreves a verbalizar las cosas con tu pareja, sino te comunicas en esta pequeña resistencia, se acabarán convirtiendo en un resentir profundo, aquí empiezas a molestarte por todo: «porqué siempre llega tarde», «porqué nunca me llama cuando está libre», «Por qué no me regala flores»… Y esto ocurre porque no te atreves a hablar de tus emociones.
De repente despiertas una mañana cansado, como si tuvieses un peso encima y ni si quiera sabes de dónde viene eso. Lo que inicialmente era una resistencia está creciendo en ti porque no lo has transformado antes. La resistencia puede ser tuya y personal, pero el que no expresaras a tu pareja lo que ocurría le da fuerza. Puedes decir algo como: «Mira cielo sé que probablemente soy yo y que no depende de ti, pero, ¿puedes ayudarme a superar esto?».
Si se habla las cosas cambian, pero si sigues fingiendo que todo está bien la resistencia se transforma en resentimiento lo que te lleva al rechazo. ¿Recuerdas un momento en el que has reaccionado drásticamente? No es una reacción en el momento presente, sino hacia un hecho que se vuelve a repetir. Entonces rechazas y reaccionas de forma exagerada, la otra persona no entiende tu reacción y por lo tanto también te rechaza, lo que entra en una espiral terrible. Esas cosas no dichas han caído tan profundas y te han intoxicado tanto que ni si quiera hablas de ello porque te duele.
Si algo te molesta dilo con tu corazón, expresa lo que ocurre y hablarlo, lo que te evitará caer en otros niveles de conflictos. No siempre es fácil y cada persona usa sus formas para decirlo, una que puede ayudar es un contexto de juego o humor.
Hay veces que se llega hasta tal punto de cansancio por acumular esta energía que ambos tiran las armas y se rinden, lo que les deja aturdidos. Parece que ya no hay salida, pero visto desde fuera todos ven una relación perfecta, que nunca discuten y el hecho de no discutir suele hablar más sobre cosas que no se dicen y problemas en la relación. Discutir es compartir, hablar o charlar, no tiene porqué ser negativo o tenso. Cuando se encuentran en esa rendición sus expectativas bajan, pero lejos de aceptar vuelcan su energía en los hijos, el trabajo, etc, lo que lleva a una relación que está muerta.
Es importante romper con estos niveles por difícil que sea para vivir las relaciones desde el amor y la pasión
3. PÉRDIDA DE LA PASIÓN FÍSICA
Llegados a este punto empezamos a malinterpretar las situaciones. Tú te encierras en ti mismo porque te sientes incomprendido y la otra persona piensa que le estás castigando, comienzan a alterarse palabras y emociones inconscientes no expresadas. También está el caso en que uno de los dos tiene más atracción física que el otro y usa eso para «castigar», por ejemplo: «No tenemos sexo hasta que no saques la basura». Todo esto acrecienta todavía más el resentimiento y destruye la pareja, porque es imposible castigar a tu pareja sin castigarte a ti mismo. Cada vez que actúas con menos empatía, con más distancia, etc, se va creando una ruptura de la unión que existe entre los dos. Lo haces pensando que no quieres darle importancia para que no vayan las cosas a peor, pero haciendo esto se crea más rechazo y empeora la relación, ya no a un nivel físico, sino también emocional, lo que termina de destruir la relación.
Realmente todo está relacionado a no expresarle a tu pareja lo que sientes desde un principio, aunque el conflicto sea en la gran parte de los casos personal. Por lo tanto, se trata de ser honestos con nosotros mismo y abordar nuestras necesidades con cariño y sensibilidad.
4. FALTA DE COMPROMISO
Quizás aún deseas a tu pareja, pero sientes que estáis en caminos diferentes, que no vibráis igual, quizás todavía hay sexo, pero falta profundidad o inmediatamente después vuelve el resentimiento. Si ya no puedes satisfacer a tu pareja porque uno de los mantiene la distancia te saltará la alarma, porque empiezas a sentirte fuera de lugar y pierdes las ganas de continuar. Es como si de repente nada tuviera sentido y no conoces a tu pareja, por lo que tú también comienzas a ser un desconocido para ella.
Esto provoca que empieces a proyectar tu energía hacia otros sitios, no necesariamente tener relaciones sexuales con otras personas, pero empiezas a ver que otros te ven atractivo o se interesan por ti, por la sencilla razón de que con ellos dejas a un lado todo ese resentimiento y nerviosismo, estás sereno y los demás reaccionan positivamente hacia ti. Cuando esto ocurre y el compromiso se rompe, o reaccionas enérgicamente o la relación va a llegar a su fin. Tienes el poder de decidir y transformar la situación, tener más pasión y soltar todo ese resentimiento, pero es importante saber qué ocurre entre vosotros.
Esto te deja una magnífica oportunidad para ser honesto contigo mismo y darte cuenta dónde estás realmente para así tomar una decisión y comprometerte principalmente contigo mismo y lo que quieres o deseas: «Quiero recuperar la pasión porque realmente amo y valoro a mi pareja».
Muchas veces la falta de compromiso nace de todas las dudas que tenemos, es momento de aclararlas, decidir qué hacer y comprometerse hasta el fondo. Si abordas esto ya no llegarás nunca a este nivel.
5. CULPABILIDAD
En este nivel es cuando la persona dice cosas del tipo: «No le importa nada mí», «Es la persona equivocada para mí», «No sabe tratarme como es debido», «Nunca debimos estar juntos», «Es demasiado egoísta»… Cuando empiezas a contarte todas estas historias empiezas a crear en ti una especie de filtro que no te deja ver lo que ocurre realmente, porque todo está coaccionado por la historia que tú quieres creerte.
Un ejercicio muy simple que usa Tony Robbins para explicar esto es el siguiente:
Echa un vistazo rápido a tu alrededor y memoriza las cosas de color marrón. Inmediatamente después cierra los ojos. ¿Cuántas cosas de color rojo has visto? Entre pocas y ninguna, ¿Verdad?
Ahora haz el mismo ejercicio y memoriza las cosas de color rojo. ¿Viste alguna? Seguramente sí encontraste bastantes más que antes. ¿Por qué ahora sí? Por la sencilla razón de que encuentran lo que estaban buscando. ¡Quien busca, encuentra! Pero lo más impresionante de esto es que encontramos marrón incluso cuando no existe… De la misma manera, una vez te has construido la historia: «No le importa nada de mí», «No me ama», etc, harás cualquier cosa de forma inconsciente para hacer que esa historia sea verdad. Somos capaces de pintar la realidad para adaptarla a la historia que nos hemos contado, de manera que pueda cubrir nuestras expectativas incluso cuando estas son negativas.
Mucha atención a la historia que te cuentas, tanto sobre de ti mismo («no soy suficientemente bueno», «No valgo»…) como del otro, incluso la historia que te cuentas en cualquier aspecto de la vida.
La historia que te cuentas define cómo te sientes, tus emociones, tus pensamientos, tu actitud…
Momento de actuar
Después de todo lo que has leído, lo que has indagado a través de las preguntas y los propios recuerdos que surgían en tu mente, es importante recordarte que tú tienes el poder de cambiar tu historia. Puedes tomar una decisión y empezar a cambiar la historia de tu relación y de tu vida. Incluso si no tienes una relación y quieres tenerla, habrá una historia del modo: «trabajado demasiado y no tengo tiempo para relaciones», «no soy fácil y es difícil encontrar a alguien que me quiera»… Desmonta esta historia y conéctate con tu poder, con tu corazón. Tu destino está en tus manos y depende directamente de las decisiones que tomes.
Te voy a pedir una última cosa, un empoderamiento hacia ti mismo para cambiar tú vida. Si la decisión se queda en la cabeza, es como estar muerto, no funciona. Una decisión comienza cuando has iniciado algún tipo de acción.
Ahora mismo, ¿Qué pequeña decisión puedes tomar AHORA para cambiar tu relación o tu vida? (llamar a alguien, concertar una cita, buscar información en Internet…) Piénsalo y adelante, hazlo.
En este instante, ¿Qué gran decisión puedes tomar AHORA para cambiar tu vida o tu relación? (regalar o tirar algo que ya no necesitas, desechar definitivamente algo que perjudica tu salud, escribirle a alguien que signifique una gran decisión…»
Confía en ti mismo, lo único que te frena es el miedo y lo único que le da fuerza al miedo es la historia que has montado.
«El momento perfecto para algo, no existe. Date la oportunidad de ser la persona que te gustaría ser»