Dentro de las terapias existe una técnica muy conocida usada frecuentemente cuando todas las demás no funcionan. Esto es así porque es infalible, cuando no encontramos nada en el árbol, no tenemos algún conflicto desencadenante de nuestro mal estar o cualquier otra terapia que no puede actuar, entra en escena la terapia del espejo.
Aunque la verdad, esta técnica está siempre presente durante una consulta, cada vez que miramos y juzgamos la realidad que vemos, estamos practicando la Terapia Del Espejo.
El funcionamiento es simple, se trata de juzgar a una persona (lo más común es la pareja) o algo concreto relacionado con la desarmonía. Exactamente se suele preguntar:
¿Qué son las tres cosas que menos te gustan de tu pareja?
Ejemplo: Grita demasiado, tiene un ego enorme y no se deja ayudar.
Conclusión: » Gritas demasiado, tienes un ego enorme y no te dejas ayudar»
¿Por qué esto es así? Bien, todo estamos conectados pero cada persona tiene unos condicionamientos inconscientes y una forma de «vivir» la vida. Esto crea disonancias en todos los seres humanos y su forma de ver la «realidad». Dicho de otra manera, una misma situación se ve diferente dependiendo de la persona, ya que cada uno observa su propia realidad.
Nuestro consultante «grita demasiado», esto no significa textualmente que se pase el día gritando, pero sí que en algún aspecto de su vida está gritando, bien física, mental o emocionalmente. También puede ser un deseo de gritar, es decir, de expresarse. Vemos en el «otro» nuestras propias sombras.
Entonces, para auto-aplicarnos esta técnica tenemos que elegir a una persona con la que tengamos contacto, aunque se puede realizar con cualquier persona, objeto, etcétera. Después preguntamos qué no nos gusta o, qué nos encanta del «otro», ya que también te habla de uno mismo. Lo que respondamos nos lo aplicamos y encontramos en nosotros el complemento que somos hacia lo que vemos. Cuando lo tengamos y tomemos conciencia, el siguiente movimiento es pasar a la acción y reinvertir la vida.
La gran enseñanza que subyace en esta terapia es:
«Es imposible juzgar, porque es imposible ver a alguien más que no seas tú mismo»