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Psicología y Coherencia

¿QUÉ ES EL AMOR PROPIO Y CÓMO AMARSE A UNO MISMO?

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Definir qué es el amor, su significado y cómo amarse a uno mismo es una trabajo interno que tarde o temprano emprendemos en nuestra vida. Es algo que todos conocemos, que perseguimos, pero al mismo tiempo, algo que no sabemos muy bien lo que es o cómo definirlo. Es cierto que nuestra cultura ha enlazado amor a relaciones de pareja y enamoramiento, pero es mucho más. David R. Hawkins, en su libro: Dejar ir. El camino de la liberación lo expone en su frase: «El amor es el estado de conciencia más elevado».

¿Qué es el amor?

Hablar de los amores verdaderos y su significado no siempre nos acerca a lo que es el amor. Ver el amor como un estado de conciencia es lo más similar a como personalmente creo que es el amor. El amor es como una conexión que te une a ti mismo y a los demás, por ello tiene mucha relación con la autoestima. Es una relación entre tu mundo interno y externo donde se encuentra una sinergia entre ambas. El odio, en su caso, sería amor en su mínima expresión, como dice Enric Corbera. Como una desconexión de nuestro corazón y de la vida.

Es cierto que la gran mayoría hemos experimentado el amor a través de otra persona. Quizás pudo ser el amor de madre o de padre, el amor de un hermano, de un amigo o lo más común, de una pareja. La conexión íntima con otra persona es lo más cercano a ese amor, donde nos sentimos plenos, vivos, agradecidos y enamorados.

El amor de pareja

El amor en la relación de pareja sería ese punto de encuentro donde conectamos lo que sentimos, lo que proyectamos y lo que anhelamos con otra persona. Ahí empezamos a experimentar esa unión entre el mundo interno y externo, donde vemos en nuestro compañero todo lo que nos gustaría hacer, es decir, lo que valoramos. Y todo lo que reprimimos en nosotros mismos, es decir, lo que rechazamos. Ese equilibrio entre nuestras luces y sombras se ve claramente en la pareja y es el amor quien une ambos polos, transformándolos de opuestos a complementarios.

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John Gray, en su famoso libro: Los hombres son de Marte y las mujeres son de venus, explica:

Cuando una relación de pareja crece también lo hace su intimidad y a mayor intimidad, más cuesta mantenerse perfectos frente al otro. Es ahí donde empieza el verdadero amor. Cuando dejamos de ocultarnos y esa unión pone en evidencia nuestras sombras y secretos más ocultos. Son momentos donde los matrimonios pueden llegar a divorciarse, porque aparece mucho dolor personal volcado en la pareja. La ausencia de los padres, las carencias emocionales, las tabúes, los sentimientos ocultos de culpa y el dolor. El amor en pareja abre todo eso para poder darle salida, la pareja nos potencia a canalizar todo lo que llevamos guardado para unirnos de nuevo con la vida, por eso aquí es cuando empieza el verdadero amor. Vemos a nuestra pareja vulnerable y humana, y aún así, la amamos.

Muchos autores hablan del amor como algo doloroso, potente, salvaje y ardiente. Toda esa vorágine emocional viene en gran parte por nuestra falta de amor propio. De hecho, las relaciones tóxicas suelen estar aderezadas de cambios bruscos de sentimientos, donde lo mismo hay insultos, ruptura y dolor, que gozo, pasión y lujuria. Los cambios tan dispares suelen relacionarse con las relaciones tóxicas, donde vemos conductas de «ni contigo, ni sin ti», o actitudes pasivo agresivas. Mientras que las relaciones donde hay cierta serenidad y los cambios son más puntuales o progresivos, se ven en relaciones sanas.

Ruptura de pareja por falta de amor propio

Un estudio reciente ha descubierto cómo nuestro lenguaje cambia meses antes de una ruptura. Las conversaciones muestran más expresiones como: «nunca», «siempre», «mucho», «nada», «yo» o «nosotros». En ese punto donde la línea separa nuestro personaje de lo que en realidad somos, es cuando nos sentimos al borde del barranco y el miedo a saltar es tan fuerte que volcamos ese miedo a la pareja, pero en el reflejo se transforma en rabia y reproches.

Cuando miramos estas dinámicas quizá puedas recordar conflictos que has vivido en las relaciones y tomar conciencia de esas historias que hemos volcado sobre la otra persona. Si tus padres te abandonaron, puede que te de mucho miedo que la persona se vaya de tu lado. Cuando no recibiste afecto, puede que te cueste recibir y dar cariño. Si fuiste sobreprotegido, puede que ahora seas muy inseguro y dependas emocionalmente de tu pareja.

Generalmente, entramos en una relación sin sentirnos completos y sin amor propio. Cuando buscamos que la otra persona acepte de nosotros lo que ni si quiera aceptamos de nuestra personalidad, esa unión entre lo que somos y lo que queremos ser no se puede dar, porque el amor empieza por uno mismo. Mientras no hagamos nuestra historias conscientes, nuestras sombras, viviremos los mismos conflictos de pareja y creemos que el problema lo tiene el otro. Obviamente, hay actitudes que no se pueden justificar, pero si podemos comprenderlas, lo que nos lleva directamente al amor.

¿Qué es el amor propio?

Podemos deducir que el amor propio es conocerse a uno mismo y aceptarse tal cual se es. Muchas personas, confunden amor propio con «yo soy así». La resignación y la falta de voluntad para cambiar no se puede justificar creyendo que somos así. El amor propio transforma, porque cuando aceptas lo negativo en ti, este deja de controlarte inconscientemente y puede elegir actuar una forma diferente. El mensaje interno sería algo cómo: «me veo tal y como soy, hay cosas que me gustan y cosas que no, pero me acepto y decidido actuar de forma diferente». No se trata de aturar rechazando nuestra sombra, sino encaminados hacia lo que queremos ser. La Madre Teresa de Calcuta lo expresa en esta maravillosa frase:

«No se trata de ir en contra de la guerra, sino a favor de la paz»

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Hemos estado durante mucho tiempo luchando en contra de nuestro odio, pero ahora puedes decidir ir a favor del amor. ¿Qué quiere decir esto? Identifica abiertamente esas conductas o facetas que te gustan y ponte en marcha para ir a favor de lo que te gustaría ser. Quizás llevas años luchando contra unos kilos de más y haces mucha fuerza mental para no comer ciertas cosas. Ahora no se trata de no comer, sino de comer lo que sabes que te ayudará a perder a esos kilos. Puede que tengas mal genio y luchas por no explotar de rabia. Ahora, te moverás a favor de la calma y la templanza para gestionar los momentos difíciles.

¿Cómo tener amor propio?

El amor propio es una forma de relacionarte contigo mismo, donde te aceptas y te transformas. Algo importante de este aspecto y en relación a tener pareja, es que el amor propio tiene necesidades, límites e innegociables. Esto quiere decir que tu tienes necesidades que van a convivir con la pareja. También, tienes límites, cosas que no quieres para ti, porque quieres otras que has aprendido ya en tu experiencia. Y, por último, los innegociables, que son esas facetas que son tuyas, tus hobbies y tus gustos personales.

Cuando identificas estos tres pilares comienza en viaje de darse valor a uno mismo, que nosotros nos sintamos importantes es vital para que la otra persona también sienta que tiene un tesoro. Eso quiere decir que tienes tu trabajo, tu grupo de amigos, tu entorno personal, un espacio para ti, etc. Desde ahí, una relación se convierte en una decisión de compartir la vida y no en alguien que nos «llene los vacíos».

Igual que en las relaciones de pareja, los detalles son realmente decisivos en el desarrollo de esa conciencia que se ama a sí mismo y es capaz de amar a los demás. Por ejemplo, la forma de hablarnos. Hay personas que piensan sobre sí mismo de una forma muy exigente y dura, porque creen que eso no les va a afectar, pero en realidad, sí lo hace. Pensamientos frases como: «nunca hago nada bien», «no sirvo», «todo lo hago mal», etc. Nos llevará a un estado depresivo, porque, en este caso, estamos pensando en contra del amor.

Ir a favor del amor, aceptar nuestras sombras y emprender un cambio hacia la persona que queremos ser, es el camino del amor propio y el amor a los demás. Si uno mismo consigue ese amor propio, puede amar a otras personas de esa misma forma honesta y sincera. La compasión de los Budistas es una fiel reflejo del amor propio:

«La compasión es sentir el dolor de otra persona y ponerse a su servicio para aliviarlo. Porque su dolor y el suyo son lo mismo»

Dalai Lama

La pareja es un catalizador del dolor que reprimimos y una gran oportunidad para sanarlo. Pero el amor propio está tanto en el soltero como en la pareja, porque todo empieza y termina en tu corazón.

Los mitos del amor

El amor romántico tiene ciertas creencias inconscientes que mitifican lo que es realmente quererse a uno mismo y a otra persona, como el amor eterno. Para ello tenemos este magnífico vídeo de Enric Corbera explicándolo:

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