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Psicología y Coherencia

QUÉ ES Y COMO ESTUDIAR EL ÁRBOL GENEALÓGICO Y SUS HERENCIAS EMOCIONALES – 7

En el post anterior terminamos con las etapas hacia nuestra sanación. Ahora, como último post vamos a ver cómo aplicar el pensamiento cuántico al árbol genealógico.

Pensamiento Cuántico:

Transgeneracional

Antes que nada explicar que esto es la forma personal de aplicar el pensamiento cuántico. Lo mejor para comprenderlo es experimentarlo uno mismo. Comparto este escrito sobre El Pensamiento Cuántico para reforzar la información.
 
¿Qué es el pensamiento cuántico?
El pensamiento cuántico es una forma de vivir, de pensar y de sentir. Es una transformación de todo lo que hemos aprendido hasta ahora, trascendiéndolo hacia un nuevo lugar donde todo tiene lógica, un ritmo biológico natural y donde el ser humano reconoce su propio poder.
 
El pensamiento cuántico está sujeto a dos leyes (de momento):
 
– El observador (conciencia) interfiere en lo observado (realidad).
– La parte (un humano, un planeta, un animal…) está en el todo, y el todo (la humanidad, el universo, el planeta…) está en la parte.
 
El Observador
«La realidad que conocemos como mundo exterior no puede existir sin la interacción del observador (la conciencia), y el tipo de interacción que se establece entre ambas partes depende directamente del tipo de conciencia.»
 
Esto quiere decir que el observador puede ver aquello que abarque su estado de conciencia, y su estado de conciencia es directamente proporcional a cómo procesa la realidad que ve. 
 
Si por ejemplo una persona vive en un estado de soledad y miedo, este observador verá soledad y miedo. Si lo procesa como «mala suerte» o «sufrimiento», su conciencia evolucionará hacia una parte que creará una realidad determinada. Si otro observador vive en un estado de armonía verá y experimentará armonía. Si lo procesa como «Buena suerte» o «Felicidad», su conciencia evolucionará hacia otra parte distinta al ejemplo anterior que también creará una realidad.
 
En resumen, el observador crea la realidad que experimenta en su conciencia. Y su conciencia evoluciona dependiendo de cómo procesa (emocionalmente) cada experiencia.
 
Nuestra conciencia actual es individual, cree en la dualidad, es sufridora, negativa, está coaccionada y heredada en algunos aspectos:
 
Individual: Creemos que estamos separados de nuestra realidad.
Dualidad: Cree en el «bien» y el «mal».
Sufridora: Cree que hay que sufrir para conseguir algo en la vida.
Negativa: El ego y el orgullo nos arrastran a un personaje de «aparentar» y «culpar».
Coaccionada: Contexto político, económico, social y religioso. «Impuesta por el entorno».
Heredada: Información no procesada conscientemente tanto nuestra como de nuestros ancestros.
 
Einstein lo explicó así:
 
“Si no les gusta el mundo que ven, que sepan que no lo pueden cambiar; pero si
cambian la forma de verlo, cambiará su universo”.
 
Robert Lanza (Biocentrismo) nos cuenta:
 
«Las partículas parecen comportarse como si respondieran a un observador consciente, y los físicos cuánticos, dando por sentado que esto no puede ser cierto, bien han considerado que la teoría cuántica es inexplicable, o bien han ideado elaboradas teorías (tales como la de un número infinito de universos paralelos) para tratar de explicarla. La explicación más simple -que las partículas subatómicas interactúan de hecho con la conciencia en cierto nivel- se halla demasiado alejada del modelo actual para ser considerada con seriedad.”
 
El pensamiento cuántico propone un cambio de paradigma:
 
– Podemos seguir siendo unos observadores pasivos a merced de la «suerte», o podemos profundizar en los descubrimientos de la física cuántica, aceptando que el observador interviene en lo observado.
 
Para poder ver el experimento con el que llegaron a las conclusiones del poder del observador, podéis buscar en YouTube: El experimento de la doble rendija.
 
Al comprender que no somos conscientes de lo que estamos viendo y creando, se nos presenta una pregunta:
 

¿Qué es la realidad que veo?: Lo que percibimos no es la «realidad», sino una proyección inconsciente de nuestra conciencia. Todavía no somos conscientes de que nuestra forma de percibir determina las experiencias percibidas, y que nuestros acontecimientos reaccionan a nuestra percepción, es decir, la forma en la que procesamos lo que percibimos.


Las emociones son el vehículo de estos acontecimientos, la forma en la que procesamos se refiere a qué pensamientos y emociones sentimos en lo que experimentamos. Dependiendo de nuestra conciencia nos moveremos hacia una realidad u otra.


La parte está en el todo y el todo en la parte//Transgeneracional
Voy a intentar amenizar y juntar esta comprensión a la lectura del árbol. Podéis buscar experimentos y escritos de las personas que hablan sobre el tema: Max Karl Ernst Ludwig Planck, David Bohm, James Hopwood Jeans, entre otros muchos.

Lo primero que tenemos que comprender es:

En cada uno de nosotros vive la información de todo el árbol genealógico. La información de nuestros ante pasados está en nosotros por medio de programas, conductas, engramas, etcétera. Cuando un abuelo guarda secretos inconfesables que le provocan una serie de emociones, se crea un patrón de información.

NOTA: Una experiencia tiene que llevar una emoción que la «marque». Si no hay emoción no se crea el patrón de información. Recordemos que la emoción es vehículo.

Este patrón de información se reparte a TODO el árbol genealógico.  Algunos descendientes reciben este patrón de interferencia (dobles) para evolucionar y trascender lo que ocurrió.

Imaginemos un gran lago (el árbol genealógico), cuando tiramos una piedra (un ante pasado) se generan unas ondas que se reparten en todas direcciones. Cuando tiramos otra piedra, esta recibe la información de la primera, como esta segunda también genera sus propias ondas, estas ondas serán transformadas en una simbiosis de las ondas que recibe con las que genera.

Esto nos dice que sabiendo la información de un miembro del árbol podemos averiguar la de todos los miembros. La información está en la historia, la sintomatología, las experiencias, las conductas, los excesos, etcétera.

Desarrollando esta forma de ver el árbol podremos, no solo saber la historia de los ante pasados de los cuales no tenemos datos, si no diferenciar nuestra información propia: la que decidimos generar nosotros, de la que hemos heredado de nuestro árbol genealógico.

Con este post cierro esta «guía» para comenzar a leer y comprender el árbol. Recalco que es un guía, os invito a experimentar por vosotros mismos y así, desarrollar vuestros propios matices. Es importante no ser lineales y como observadores prestar atención a todo. Cuando miremos el árbol tenemos que mirar: la conciencia que observa el árbol, la conciencia del árbol, y la conciencia que observa a todos los observadores y sus conciencias. Esta es la llave.

Recomiendo este libro sobre el tema:

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