Cuarta Ley Biológica
Los Microbios
La Cuarta Ley Biológica explica el rol beneficioso de los microbios al correlacionarse con las tres capas embrionarias durante la fase de curación de cualquier Programa Biológico Especial de la Naturaleza.
Durante los primeros 2,500 millones de años, los microbios eran los únicos organismos que habitaban la Tierra. Eventualmente, los microbios habitaron gradualmente al organismo humano en desarrollo. La función biológica de los microbios era mantener los órganos y tejidos en un estado saludable. Durante todas las épocas, microbios como bacterias y hongos, han sido indispensables para nuestra supervivencia.
ATENCIÓN: ¡Los microbios están solamente activos en la fase de curación!
En «Normotonía» (Proceso diurno natural), como durante la fase de conflicto activo, los microbios están latentes. Sin embrago, en el momento que el conflicto se resuelve, los microbios que residen en el órgano relacionado con el conflicto, reciben un impulso del cerebro para asistir al proceso de curación que ha sido puesto en movimiento.
Los microbios son endémicos; viven en simbiosis con todos los organismos del entorno ecológico, en el que se han desarrollado por millones de años. El contacto con microbios que son externos al organismo humano, por ejemplo a través de viajes al extranjero, no causa por si solo una “enfermedad”. Sin embargo, digamos, si un europeo resuelve un conflicto en los trópicos y está en contacto con microbios locales, el órgano relacionado con el conflicto utilizará las bacterias u hongos durante la fase de curación. Como el cuerpo no está acostumbrado a estos ayudantes exóticos, el proceso de curación puede ser bastante severo.
La forma en que los microbios ayudan al proceso de curación está en completaconcordancia con la lógica de la evolución.
HONGOS Y MICOBACTERIAS (Bacterias de Tuberculosis o TB) son los microbios más antiguos. Ellos operan exclusivamente en órganos y tejidos controlados desde el CEREBRO ANTIGUO (tronco cerebral y cerebelo), que son de origen endodérmico o del antiguo cerebro mesodérmico.
Durante la fase de curación, hongos como Cándida albicans, o mico bacterias, como el bacilo tuberculoso (TB), descomponen las células que sirvieron un propósito biológico durante la etapa de conflicto activo. Como «micro-cirujanos» naturales, los hongos y las mico bacterias remueven, por ejemplo, tumores de colon, tumores de pulmón, tumores de riñones, tumores de hígado, tumores de próstata, tumores glandulares de mama, o melanomas que ya no se necesitan más. Lo que hace a las micobacterias tan extraordinarias es que comienzan a multiplicarse de forma inmediata al momento del conflicto. Se multiplican a una velocidad paralela a la del tumor que crece, de manera que en el momento en que se resuelve el conflicto, la cantidad exacta de bacterias tuberculares estará disponible para descomponer y remover al cáncer.
Síntomas: Durante el proceso de descomposición, los restos del proceso de curación son eliminados a través de la deposición (programa de sentido biológico de colon), la orina (programa de sentido biológico de riñón, programa de sentido biológico de próstata), o la secreción respiratoria de los pulmones (programa de sentido biológico de pulmón), típicamente acompañados con sudores nocturnos, secreción (potencialmente mezclada con sangre) hinchazón, inflamación, fiebre y dolor. Este proceso microbial natural es erróneamente llamado «infección».
Si los microbios que son necesarios han sido erradicados, por ejemplo a través del uso excesivo de antibióticos o «Quimio», el tumor se encapsula y permanece en el lugar sin posterior división celular.
Los HONGOS, MICOBACTERIAS, y las BACTERIAS que no son micobacterias operan en órganos y tejidos que se originan en el mesodermo antiguo, controlado desde el CEREBELO; las bacterias que no son micobacterias ayudan también a la reparación de órganos y tejidos que derivan del mesodermo nuevo, controlado desde la SUSTANCIA BLANCA.
Durante la fase de curación, estas bacterias remueven células o tumores que ya no son requeridas (controladas desde el cerebelo) o ayudan a reparar la pérdida de tejido que se llevó a cabo durante la fase activa del conflicto (controlada desde la sustancia blanca cerebral). Bacterias estafilocócicas y estreptocócicas, por ejemplo, ayudan a la reconstrucción del tejido óseo y ayudan a reparar la pérdida de células (necrosis) del tejido del ovario y del testículo. También juegan un papel en la formación de tejido cicatrizal, ya que el tejido conectivo está controlado desde la sustancia blanca. Si estas bacterias estuvieran ausentes, la reparación se lleva a cabo de todas formas, pero no de una manera biológicamente óptima.
Síntomas: secreción, aumento de volumen, inflamación, fiebre y dolor. Este proceso de reparación microbiano y de curación natural es erróneamente llamado «infección».
En lo que a «virus» se refiere, en la nueva medicina germánica preferimos hablar de «virus hipotéticos», ya que últimamente la existencia de los virus ha sido puesta en tela de juicio. La falta de prueba científica frente a la afirmación que virus específicos causan “ infecciones” específicas está acorde con los anteriores hallazgos del Dr. Hamer, a saber, que el proceso de reconstrucción de tejido controlado por la corteza cerebral de origen ectodermico, por ejemplo de la epidermis de la piel, el cuello del útero, el recubrimiento de los ductos biliares del hígado, el recubrimiento del estómago, el recubrimiento de la mucosa bronquial o la membrana nasal, ocurre aun en la ausencia de virus. Esto quiere decir que la piel se cura sin el “virus” del herpes, el hígado sin el “virus” de hepatitis, la membrana nasal sin “la gripe”, y así sucesivamente.
Síntomas: El proceso de restitución es típicamente acompañado por hinchazón, inflamación, fiebre y dolor. Este proceso microbial natural es erróneamente llamado «infección».
¡Aún si los virus en realidad existiesen, asistirían, en línea con la lógica de la evolución, a la reconstrucción de los tejidos ectodérmicos! ¡Basándose en el rol beneficioso de los microbios, los virus no serían la causa de “enfermedades”, sino que en vez, jugarían un rol vital en el proceso de curación de los tejidos controlados por la corteza cerebral!
En vista de la Cuarta Ley Biológica, los microbios no pueden ser más considerados la causa de las «enfermedades infecciosas». Con el entendimiento que los microbios no causan enfermedades pero en su lugar juegan un rol beneficioso en la fase de curación, el concepto de un sistema inmunológico, visto como un sistema de defensa contra los “microbios patógenos” se torna sin sentido.
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