El sufrimiento es una sensación de impotencia que en algunos aspectos de nuestra vida lo posicionamos hasta necesario: «Si no sufres no amas», «No sabes apreciar el dinero hasta que no sufres ganándolo con el sudor de tu frente», «algunas veces hay que sufrir para conseguir lo que uno quiere». Hasta colocamos el sufrimiento como una condición de Dios para vivir en este mundo, pero esto no puede ser cierto, sino tendríamos un mundo al cual no podríamos amar, porque todo sería doloroso, sin embargo encontramos cosas que nos resultan agradables y cosas que no, incluso la misma situación puede ser muy diferente dependiendo de quién mire. Esto quizás quiere decir que el sufrimiento, no lo tiene el mundo, sino la mente humana.
Si sufres es porque tienes una creencia en la impotencia, una creencia estructurada que dicta que no se puede conseguir o realizar un objetivo si no pagas un precio antes, un precio que si no tenemos, no podemos, no debemos, o no sabemos, crea impotencia, pero eso no es real, todo esto está basado en cómo miras el mundo y cómo crees que debería ser. Si aceptas el mundo tal cual es, sin opinión, sin juicio, automáticamente, cambia y se revela la verdad.
Los impotentes son las personas que temen reconocer su poder porque piensan que les destruirá, tienen miedo de su propia luz, por eso la creencia en el sufrimiento les evade de tener que afrontarlo. Y se lo han creído tanto, que sino sufres, no consigues nada. ¿No te das cuenta que tienes miedo de ti mismo? Si existiese un enemigo sería el del espejo, el que está agazapado, tembloroso y sintiéndose pequeño ante el universo, sin darse cuenta que el universo vive dentro él.
Este miedo genera odio ante el mundo, lo etiqueta de cruel y doloroso, odian a su enemigo, pero no saben quién es su enemigo. Culpan a la Vida, a Dios, al Universo, a sus padres, a la mala suerte… Para así seguir huyendo de reconocer que es su propia mente quien se siente odiosa, sufridora e impotente. Esto quiere decir que viven en un sueño, no ven la «realidad», miran el mundo a través de una percepción llena de creencias y en un sueño, cualquier cosa es posible.
«Los sueños son completamente irracionales. En ellos, una flor se puede convertir en una lanza envenenada, un niño en un gigante y un ratón puede rugir como un león» – UCM«El ejército de los impotentes es en verdad débil. No tiene armas ni enemigo. Puede ciertamente invadir el mundo y buscar un enemigo. Pero jamás podrá encontrar lo que no existe. Puede ciertamente soñar que encontró un enemigo, pero éste cambia incluso mientras lo está atacando, de modo que corre de inmediato a buscarse otro, y nunca consigue cantar victoria. Y a medida que corre se vuelve contra sí mismo, pensando que tuvo un pequeño atisbo del gran enemigo que siempre elude su ataque asesino convirtiéndose en alguna otra cosa. ¡Cuán traicionero parece ser ese enemigo, que cambia tanto que ni siquiera es posible reconocerlo!» – UCM
Para salir del sueño tendría que estar dispuesto a percibir un mundo sin enemigos. No necesita entender cómo él podría percibir un mundo así, de hecho no necesita entenderlo, puesto que si pone su atención en que no lo entiende no hará más que aumentar su sensación de impotencia y pensará que el enemigo es él mismo. Solo es necesario tomar una decisión: ¿Deseo una vida donde gobierno yo en vez de una que me gobierne a mí? ¿Deseo un mundo en el que soy poderoso en vez de ser impotente? ¿Deseo un mundo en el que no tengo enemigos y no puedo sufrir? ¿Y deseo ver la realidad que negué porque era la verdad?
Quizás la decisión de la última pregunta es la más compleja, pero tú eliges el mundo que quieres ver. Es importante elegir entre la verdad o el sufrimiento, una te llevará a la impotencia y el ataque, la otra a la liberación y la sanación. Cómo vas a ver estos resultados no es tu problema, es la causa, la percepción, la que hay que cambiar.
La evidencia de la respuesta a las tres primeras preguntas, es el resultado de la última aunque todavía dudes. Pero si contestas «sí», atención a ese «sí», porque no es una respuesta aleatoria, es una decisión que dice «que no has dicho un no». Así mismo cuando veas sufrimiento, impotencia u odio, te preguntarás: ¿Este es el mundo que quiero ver? ¿Esto es lo que deseo?
«Si eliges ver un mundo donde no tienes enemigos y donde no eres impotente, se te proveerán los medios para que lo veas» – UCM«No hay un solo pensamiento que esté desprovisto del poder de liberar o de matar. Ni ninguno que pueda abandonar la mente del pensador, o dejar de tener efectos sobre él» – UCM