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Psicología y Coherencia

8 FORMAS DE SALIR DE UN MOMENTO EMOCIONAL DIFICIL

¡Tu tienes el poder de salir de cualquier problema!



A menudo me encuentro en consulta personas que aun siendo conscientes de su divinidad, de lo excepcionales que son y con experiencias que avalan su fortaleza, caen vencidas ante estados emocionales que parecen interminables, donde se sienten frustrados de no saber qué hacer con todo lo que acontece en sus corazones. Quiero exponer aquí algunas herramientas o tips que poder usar cuando nos encontramos en momentos de dificultad.

 
Antes de nada quiero compartir algo. En mi propia experiencia como psicoterapeuta he aprendido y sigo viéndolo cada día, que lo más complicado a la hora de acompañar a alguien es acompañarse a uno mismo. Muchas veces también cuestiono si lo que hago es realmente lo que siento en mi corazón y algunos días son realmente duros, pero intento darles alguna ligera vuelta que me ayude a encontrarles un pequeño sentido y que por difícil que haya sido el día, pueda aprender algo de todo lo que he vivido. Desde este punto lo que a mí me ha servido hasta ahora es la paciencia, pero no la paciencia como un concepto basado en esperar que ocurra algo, sino una paciencia que confía en el proceso de la vida y que, aún cuando cueste creerlo, todo es perfecto y tiene su lugar, incluso cuando no entiendo nada, incluso cuando me dan ganas de explotar en lágrimas, sencillamente me permito sentir lo que siento y confiar pacientemente en el proceso de la vida que fluye a través de mi, manteniendo en la medida de lo posible una posición amorosa ante mi propio proceso. Porque nuestros diálogos internos no suelen ser muy amigables y esperanzadores algunas veces, ¿verdad?
 
Ya hay muchos estudios que avalan esto que los místicos y sabios ya narraban en sus historias: «el amor cura«. Tener paciencia con vosotros mismos y sé que muchas veces es complicado, pero somos humanos y nos equivocamos, cometemos errores que nos ayudan a aprender para así, poder crecer y ser una persona más coherente con lo que sentimos en nuestro corazón. Pide un abrazado cuando menos creas merecerlo, porque seguramente sea cuando más lo necesites. Perdona a ese niño interior lleno de miedo, que actúa sencillamente para protegerse y trátale con cariño, para mostrarle que no tiene porqué tener miedo. Habla contigo mismos como si fueses tu propio amigo que, aunque sabe que te has equivocado, te apoya y te motiva con amor a seguir viviendo tu vida, ya que las caídas, forman parte de nuestra experiencia humana.
 

1. Prueba cosas nuevas. Una nueva aventura, una nueva experiencia.

 
«Si siempre haces lo que sabes hacer, nunca serás mejor de lo que eres». Si te acostumbras a realizar las mismas cosas siempre de la misma forma, estás activando de forma sistemática las mismas redes neuronales de tu cerebro y, se podría decir, que aletargando todas las millones de neuronas «sobrantes» que no estás usando. Atrévete a probar algo nuevo o realizar alguna experiencia que siempre hayas querido vivir. Si te sientes sin ilusión y sin ganas, te invito a que te fuerces un poquito y verás lo que ocurre.
 

2. ¡Viajar, viajar, viajar!

 
Viajar y conocer otros lugares y culturas es una forma fantástica de darnos cuenta de la «realidad» que esconden nuestros problemas. Un viaje no solo es la puerta a encontrarte contigo mismo en un sitio donde ya no puedes huir a la zona de confort, sino que te obliga en cierto a modo a que saques tu potencial y te actives. En mi caso, el día que subí una montaña por primera vez, algo cambió de repente, ningún problema era lo suficientemente alto como para decir: «no puedo».
 

3. Presta la atención necesaria a tus emociones, ni más, ni menos.

 
Muchas veces pensamos que como estamos mal tenemos que hacer muchas cosas para intentar estar bien, pero eso no es del todo así. Nos obligamos a sonreír mucho y a llorar poco, o todo lo contrario, no sonreír nada porque tengo que llorar todo el día. Nuestra biología se guarda las emociones que no han podido ser expresadas o asimiladas para intentarlo en otro momento. Algunas veces explotarás en lágrimas y luego te quedarás en un semi estado de tranquilidad, y otras querrás llorar y no saldrá absolutamente nada. 
 
Se trata de reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites, escuchando tu corazón y diciendo sí, cuando quieres decir sí y no, cuando quieres decir no. Porque tenemos que ser conscientes que en estados emocionales alterados nuestra mente se vuelve un poco loca y comienza a crearse una película de las catástrofes y negatividades más acordes con mi mal estar. Tengamos presente que no pensamos, somos pensados. Darle más poder a lo que sentís y vuestros pensamientos seguirán el latido de vuestro corazón. Cuando el corazón sabe lo que quiere, la mente se lo muestra.
 

4. Juguemos con la Serotonina

 
La serotonina es una hormona y un neurotransmisor que está presente en los estados emocionales de paz, felicidad, plenitud, alegría… El 90% se genera en el tubo digestivo, por lo tanto, si nuestra alimentación no ayuda y hacemos malas digestiones, nos va a costar mucho más estar en un estado emocional alegre. Es una forma de ayudarnos a través de la alimentación a acelerar el cambio emocional. Tampoco esperéis magia, la alimentación lleva un proceso que generalmente es lento, tener paciencia. 
 
Por poner dos ejemplos para generar más serotonina: tomar una honza de chocolate algunos días por semana (lo más puro posible), ejercicio (sobre todo natación) y meditar. Hace unos años se realizó un experimento con los monjes del Tibet, donde se demostró algo «imposible». Los monjes aumentaban sus niveles de serotonina meditando.
 

5. Encuentra alguien con quien sintonices para poder hablar y expresarte

 
Esta persona puede ser desde un profesional que se dedica a esto, hasta un amigo o un familiar, el tema está en que tú sientas en el corazón que algo te une a esa persona y resuenas con ella. Que te puedes relajar y abrirte a expresar lo que sientes. La gran mayoría de los conflictos emocionales no son por no saber cómo solucionarlos, sino por no expresarlos o verbalizarlos. Se ha demostrado que cuando una persona se siente escuchada en silencio y amor, los niveles de ansiedad bajan drásticamente y hasta el corazón comienza a latir de forma diferente. La idea no es encontrar a alguien que te de la razón, sino alguien que te comprenda y te ayude a aprender y ver las cosas de forma diferente.
 
Un detalle a tener en cuenta aquí son las proyecciones. Si por un casual la otra persona nos dice lo tenemos y no tenemos que hacer, entendamos que tenemos la libertad de decidir y hacer lo que sentimos que es lo mejor y eso muchas veces, tan solo lo sabe uno mismos en su interior.
 

6. Un poquito de fitoterapia para quien quiera

 
Desde la medicina tracidional china (MTC) encontramos que el hígado tiene una gran relación con los procesos emocionales, siendo algunas veces tan intensos que este se ve afectado para realizar su correcto funcionamiento, encontrándose al final con un estancamiento de Qi de hígado, el síndrome más frecuente. Para ello la base 3QH le da una ayuda al hígado para que trabaje mejor. Si el problema de hígado está cronificado desde la MTC o está en relación con otros órganos, la 3QH no será tan notable por sí sola, pero seguirá siendo una gran ayuda. 
 

7. Cambiemos la percepción, tomemos consciencia

 
Esto está muy en relación con lo que hablamos de las emociones. Pensemos que muchas veces estamos peor por lo que suponemos o interpretamos, que por lo que ocurre en realidad, ya que nuestra mente tiende a dramatizar las cosas. Para ello te invito a escribir en un papel los pensamos que tienes sobre la escena de conflicto. Luego, cómo te sientes con estos pensamientos y las creencias que los alimentan. Después observa, qué de todo lo que piensas o ves en la escena es subjetivo. Qué es real y qué estoy interpretando. 
 
Nuestro cerebro tiende a rellenar información colocando nuestra forma de ver el mundo y entenderlo (mapa mental) contándonos una historia que no es real y nos crea el dolor suficiente como para justificar lo mal que estamos. Cuando una persona se da cuenta de la realidad que esconde lo que parece que veo, cuando reconoce sus propios miedos, puede cambiar al instante su estado emocional. Por ejemplo: «Culpo de que me han hundido a críticas porque me da miedo reconocer el miedo que me da no gustar a los demás» 
 

8. Gracias

 
Siguiendo con el tema de que el amor cura, agradecer es sinónimo de amar. Algunas veces nos metemos tan intensamente en un mar de emociones que nos ahogan, que nos perdemos la cantidad y cantidad de cosas que tenemos cerca de nosotros para agradecer. ¿Cuantas personas se paran simplemente a darse cuenta de que están vivos y están existiendo? ¿Cuántas personas son felices por el hecho de estar vivas y experimentar la vida humana? ¿Cuándo te paras a darte cuenta de que tienes acceso a la tecnología que te permite leer este texto? ¿cuándo te das cuenta de que tienes dos ojos que te permiten sencillamente ver?… Agradecer te invita a ver lo era invisible, aunque siempre estuvo ahí.
 
 
Os comparto un vídeo que realicé para resumir estos 8 puntos en: Ámate y Ama, sin expectativa, sin razón, sin motivo, sin nada, pero con todo… Simplemente, AMA
Gracias
 
Héctor Ibáñez Psicoterapeuta Transpersonal
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